Rizemos el rizo, porque no ponemos un rodamiento. Para meter un rodamiento hay que abrir hueco entre tornillo y maneta. Tornillo más pequeño y maneta con agujero más grande. Cómo no es mucho el sitio del que se dispone, lo que pide es rodamiento de agujas. El giro va a ser escaso, pues sólo el ángulo que gira la maneta, unos 40º. La velocidad muy poca, pero las pistas han de ser duras y la maneta es de aleación de aluminio, muy blanda.
El tornillo podemos cambiarlo por uno de 6mm sin problemas, utilizando acero 12.9 de Umbraco o HK con durezas cercanas al 40 HRockwell C, por lo que además de la tenacidad nos valdrá como pista interior de las agujas. Lo ideal sería cementarlo pero no dispongo de medios, aunque un templado con tocino de cerdo podría valer, como antiguamente se cementaban las espadas toledanas.
Lo segundo, agrandar el agujero de la maneta me gusta menos pues se debilita la maneta, pero hay espacio para comerse 1 mm de radio es decir 2 mm de diámetro, pasando una broca de 10 mm. Ademas previamente siendo hábil y paciente con la lima, podremos descentrar el paso de la broca de 10 por el agujero de 8 mm, tendiendo hacia el interior para debilitar lo minimo.
Total hemos abierto un hueco radial de 5 - 3 = 2 mm, suficiente para que entre una pista y un rodillo de un casquillo de agujas.
Me voy al catálogo de INA, especialistas en rodamientos de agujas, y el elegido es el HK0608.
Y aquí tenemos el diseño, en sección de la manetas y su soporte con el casquillo de agujas.

y corto la parte de la cabeza y del vástago que no me interesa.
Después de los cortes ajusto con limas y con papel de lija.
Y aquí tenemos la maneta después de haberla retaladrado con una broca de 10 mm y haber metido el casquillo de agujas.
Más suave no puede ir el embrague. ¿o sí?
Miremos hacia abajo.