Cotas

martes, 18 de diciembre de 2018

Cambio fibra escape Cota 315

Debido a los decibelios que producía el escape de mi 315, me decido a cambiarlo o, al menos, a echar un vistazo interno a su estado.

La amortiguación del ruido sin comprometer la salida de los gases de escape en exceso, se hace mediante uno o varios sistemas que pueden ser fundamentalmente de dos tipos: Con cámaras de remanso (la velocidad del gas se ralentiza al aumentar la sección de paso del mismo) o con tubos de conducción de paredes con material amortiguador del ruido. En mi caso que vamos a desmontar la petaca final del escape de la la 315 que es un sistema del segundo tipo.




Para desmontarlo y acceder al interior solo hay que rebanar las cabezas de los cuatro remaches de aluminio, dos traseros y dos delanteros y hundir el vástago del remache. Tirando tanto de la parte delantera que conecta con el escape intermedio, como de la tapa trasera dejamos la carcasa de aluminio con únicamente la fibra y el tubo taladrado o metralleta interior.



Para sacar la fibra y la metralleta, hay que hacerlo con cuidado tirando de la propia fibra e intentando que salga todo el paquete. Si vemos claramente que la fibra no es reutilizable, podemos ir deshaciendola y desechando la misma a medida que la vamos sacando, pero si consideramos que la vamos a poder reutilizar, hay que sacar todo el conjunto con cuidado.

Una "leyenda urbana" que se oye con frecuencia es que la fibra de los escapes se quema y que, por tanto, hay que sustituirla. Interés de los vendedores de respuestos o confusión por el aspecto con el que sale la fibra, esta es imposible que se queme por el hecho de que es vidrio, fibra de vidrio, y este se quema a temperaturas mucho más elevadas que las que se alcanzan en un escape, aclarando que antes se fundiría.
  
Al intentar sacar el tubo perforado cometí el error de darle con un taco de madera y una maza de goma por una de la aperturas pensando que el tubo era recto y no con la forma de onda que tiene. De esta manera abollé y doblé el borde del tubo que encaja con una de las bocas de aluminio de las tapas laterales. Si hubiera consultado el buenísimo manual previamente no me habría pasado.




En mi caso creo que la fibra que llevaba original, aunque sucia en la parte interior, no estaba en mal estado y podría haberla reutilizado. El gran volumen de ruido que emitía el escape creo que era debido a que gran cantidad de los agujeros del tubo perforado estaban atorados y taponados por carbonillas y aceite, y no por el mal estado de la fibra. 




   Aunque en la fotografia es dificil de apreciar muchos de los agujeros de la metralleta están taponados, impidiendo la misión de amortiguar las ondas con la fibra.



Como me había dañado uno de los extremos del tubo al darle golpes con el taco de madera, me obligaba a, o desdoblarlo, o a cambiar el tubo por otro nuevo agujereado. La única dificultad era hacer el tubo con la onda, porque hacerlo sin ella resulta muy sencillo. Comprobando que otros fabricantes ponen la metralleta recta, me decanté por hacerla así, partiendo de una malla de hierro desplegada de rombos y enrollando formando un tubo de las dimensiones adecuadas.



El borde longitudinal de la malla con forma de tubo lo soldé en varios puntos 


Para el montaje de la fibra nueva, no hay que apretarla mucho, simplemente abrazar el tubo tantas vueltas como permita la petaca exterior de aluminio. En las uniones de los extremos le aplico silicona negra resistente a la temperatura y a los aceites, para dejar todo el conjunto sellado.


He salido tres o cuatro veces a montar y hacer zonas con el escape así reparado y el sonido es mucho más moderado, el escape más ligero y libre, y con mis dudas de resistencia disipadas, pues aunque el tubo perforado era mas fuerte, el fabricado lo suficientemente.

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